La pregunta que siempre hago y que sorprende a mis pacientes: “¿Por qué ahora?” - Clínica Dr. Moltó Skip to main content
search

Más allá del espejo

En cirugía plástica, mucha gente cree que la consulta gira en torno al “qué”: qué quieres cambiar, qué técnica voy a usar, qué resultado esperas. Pero hay una pregunta que, con el tiempo, he aprendido que es mucho más importante que todas esas juntas: “¿Por qué ahora?”

No lo pregunto por curiosidad, ni por protocolo (bueno un poco por ambas cosas también), lo hago porque la respuesta a esa pregunta puede marcar la diferencia entre una cirugía que transforma para bien… y una que decepciona o complica. Porque la clave, muchas veces, no está en el bisturí ni en la anestesia, sino en el momento vital en que decides pasar por quirófano.

¿Necesitas opinión médica en Valencia y Gandía?

Completa el formulario y resolvemos todas tus dudas

Envía tu consulta

Los detonantes vitales: decisiones con sentido

La mayoría de las veces, lo que recibo al hacer esta pregunta son razones de peso, el resultado de una decisión madura y positiva.

Está la mujer que acaba de ser madre y, tras meses o años dedicada a los demás, decide por fin dedicarse a sí misma. El hombre que ha perdido 30 kilos y quiere eliminar la piel sobrante para poder reconocerse en el espejo. La paciente que, después de una ruptura o un cambio de trabajo, siente que es el momento de dejar atrás una etapa y empezar otra con una imagen renovada. O simplemente quien ha esperado años, y por fin se siente emocional y económicamente estable para hacer algo que lleva tiempo deseando.

Todas estas razones tienen algo en común: vienen de dentro. No buscan validación externa. No parten del impulso, sino de la reflexión. Y eso se nota desde el primer minuto de la consulta. En estos casos, operar no es solo mejorar un aspecto físico; es acompañar a alguien en una decisión que forma parte de su historia personal.

 

Cuando aconsejo esperar

Ahora bien, no todo el que entra en mi consulta está en ese punto. Y una parte fundamental de mi trabajo (aunque la mayoría de los pacientes a los que se lo indicas no suelen reaccionar de la forma más positiva, y créeme es realmente difícil decirle eso a alguien que entra en tu consulta con una ilusión) es decirle a alguien: “No es el momento”.

¿Por qué? Porque hay señales de alerta que no conviene ignorar.

  • La primera: cuando la motivación es externa. “Mi pareja me ha dicho que lo haría si fuese yo”, “Creo que así me tomarán más en serio en el trabajo”, “Mi amiga se lo ha hecho y le ha ido bien”. Si tu motivo principal para operarte es complacer a otro o encajar en algo externo, lo más probable es que el resultado no te llene. La cirugía no es una herramienta para gustar más a los demás, sino para reconciliarte contigo.
  • La segunda: cuando se busca una cura emocional rápida. Me ha pasado con pacientes que atraviesan una depresión, un duelo o un periodo de ansiedad. Creen que cambiar el exterior les aliviará el dolor interno. Pero eso no suele funcionar. De hecho, puede empeorar las cosas si no se aborda lo emocional primero. La cirugía estética mejora lo visible, pero no es terapia. No tapa vacíos, ni borra traumas, ni soluciona conflictos profundos. Y hay que valorar siempre muy bien la toma de “sustancias” exógenas, aunque sean legales y prescritas. Algunos tratamientos psiquiátricos nos hacen sentirnos expansivos, de alguna forma nos alteran la percepción y no suelen ser el mejor consejero. Además, el hecho de que estes en tratamiento ya pone una red flag sobre si en esos momentos es una buena idea añadir a tu vida algo que puede ser potencialmente desestabilizador como una cirugía con todo lo que conlleva, cambio de imagen, posibilidad de que surja alguna complicación.
  • La tercera: cuando las expectativas no están alineadas con la realidad. Esto es cada vez más frecuente con el uso de filtros, influencers y fotos editadas. Gente que no quiere parecerse más a sí misma, sino convertirse en otra persona. Cuando alguien me dice “quiero esta nariz exacta” o “quiero tener este cuerpo”, siempre contesto lo mismo: “No eres ella. Y eso está bien.” La belleza real parte de entender tu propia anatomía y tus propios límites, no de copiar moldes ajenos.

En estos casos, prefiero recomendar pausa. Reflexionar. A veces derivar a un psicólogo si lo creo necesario. Y otras, simplemente esperar a que llegue el momento adecuado.

 

El “momento perfecto” es profundamente personal

No existe una edad ideal, ni una estación del año mágica, ni un calendario universal que marque cuándo es “el momento perfecto”. Pero sí hay tres condiciones que casi siempre se dan cuando ese momento llega:

  1. Un deseo interno, constante y maduro, no una ocurrencia del fin de semana.
  2. Una estabilidad emocional razonable: no estar en plena crisis, ni en una montaña rusa emocional.
  3. Expectativas realistas: saber que te vas a mejorar, no transformar en otro.

Cuando estos tres elementos coinciden, la cirugía no solo mejora lo físico. Mejora la forma de caminar, de mirar, de enfrentarse a la vida. Porque todo encaja: el qué, el cómo… y el cuándo.

Y mi papel como cirujano no es solo cortar, coser y moldear. Es acompañar. Y si hace falta, parar. Porque a veces, ser buen cirujano es saber decir “no ahora”. Para poder decir “ahora sí” en el momento adecuado.

Una decisión, no un impulso.

En resumen: la mejor cirugía es la que se alinea con tu momento vital. No la que se hace porque toca. Ni la que te regalan. Ni la que se decide en caliente tras una ruptura o una crisis.

Sino la que forma parte de un cambio que ya está en marcha, y tú solo quieres que tu cuerpo lo acompañe.

Así que si estás pensando en un cambio… antes de mirar al espejo, mírate por dentro. Y hazte la pregunta que yo te haría si vinieras a mi consulta: ¿Por qué ahora?

Si la respuesta es sólida, clara, tuya… probablemente estés preparado. Y si no lo tienes claro, no pasa nada. A veces venir a hablarlo ya es el primer paso. En cualquier caso, te espero en la consulta, sin compromiso, sin prisas y con las cosas claras. Porque así es como deben empezar las decisiones importantes.

Solicita más información

Contacto General
Close Menu
SOLICITAR CITA
PODEMOS AYUDARTE
¿Quieres reservar una cita?
Selecciona uno de nuestros centros
¿Tienes dudas?
Si quieres saber más sobre nuestros servicios, puedes contactar por teléfono, WhatsApp o formulario