NADA VOLVERÁ A SER IGUAL: tampoco en quirófano.
Estos días hay una frase que se repite sin parar: nada volverá a ser igual. Nada, ni la forma de trabajar, ni las relaciones sociales, ni la forma de entender nuestro ocio, ni mucho menos la de desarrollar los negocios. Esta pandemia ha venido no sé si para quedarse o no, pero desde luego para cambiarnos la vida.
En nuestro trabajo como cirujanos Plásticos y Estéticos, o en general para cualquier especialidad quirúrgica, las cosas tienen que cambiar y es en ese trabajo en el que nos encontramos ahora. Todo tiene que cambiar si queremos conseguir que la cirugía Plástica y Estética siga siendo un procedimiento fiable, algo a lo que la gente pueda recurrir con absoluta confianza.
1) CONOCIMIENTO DE LA SITUACIÓN ACTUAL
Este es el escenario actual: no sabemos aún manejar esta nueva variable que ha entrado en la salud mundial, conocemos aún poco sobre la enfermedad, no tenemos certeza de cómo se comporta el virus inmunológicamente, si se puede reactivar una vez pasado, cuáles son las pruebas diagnosticas que nos permitirían saber si un paciente está infectado o no, y si ha pasado la enfermedad o ha adquirido inmunidad y si nos podría contagiar o contagiarse en una cirugía, exponiéndose así a un peligro innecesario, y exponiendo al equipo médico, o incluso al personal del hospital que posteriormente podría contagiar a otros pacientes.
Estamos en fase de estudio, en fase de averiguar cómo hacer bien las cosas. El problema con el que nos enfrentamos es que las dos pruebas diagnosticas se solapan en el tiempo pero no cubren todo el espectro.
La PCR, (Reacción en Cadena de la Polimerasa)
La PCR detecta RNA viral en las zonas que el virus se suele acantonar, sobre todo en la orofaringe, es la famosa prueba del bastoncillo que vemos en los informativos. La PCR es una prueba bastante fiable, pero en el periodo de incubación puede dar falsos negativos.
Detección en sangre de anticuerpos: IgM e IgG
Más fiable es la determinación por laboratorio de los anticuerpos que el organismo desarrolla , su hallazgo implica, sin ningún tipo de duda, que el nuestro ha estado en contacto con el virus, lo suficiente para desarrollar inmunidad frente a él. ¿Inmunidad permanente? No lo sabemos en estos momentos, hay enfermedades que sí, y otras, que son la mayoría, hacen que quede una inmunidad que se va debilitando con el tiempo, y que si bien no nos impide contagiarnos, sí que hace que futuras reinfecciones cursen de forma mucho mas leve. El problema de la detección de anticuerpos es que tarda en aparecer, aproximadamente 14 días para la IgM y más tiempo para la IgG.
¿Porqué estamos estudiando con tanta “aplicación” esto? Básicamente porque en Wuhan, donde ya tienen lógicamente más experiencia en este tema, porque allí fue donde se inicio la pandemia, vieron que habían operado pacientes (de varios tipos de cirugía, no estéticas) y según el estudio preliminar que han publicado, estos pacientes evolucionan peor que los no infectados, hubo más ingresos en UCI de los pacientes que se tuvieron que operar con coronavirus que sin él.
Por lo tanto, tenemos que afinar bien qué métodos diagnósticos tendremos que incorporar a nuestro arsenal terapéutico para que la cirugía estética siga siendo un proceso fiable en el que ningún riesgo esté permitido para la salud de nuestros pacientes.
Como se puede ver en la tabla, hay aún un periodo ventana que no nos permitiría tener la certeza absoluta de que el paciente no está contagiado de Covid 19 y, como te decía al principio, nos gustaría tener un poco más de seguridad. Como ¿existe la posibilidad de combinar pruebas de laboratorio con exámenes clínicos o radiológicos, incluso la de combinar dos o más pruebas de laboratorio, como una PCR y a continuación determinación inmunitaria? Este es solo el primer escollo de las cambios que vamos a tener que ir realizando en nuestro quehacer quirúrgico que poco a poco iremos perfilando y yo te iré contando.