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El lipedema es una enfermedad crónica del tejido graso que provoca la acumulación de células grasas en las piernas, brazos y caderas.

Se caracteriza por síntomas como aumento de volumen, desproporción en la zona afectada, sensación de pesadez, inflamación y aparición de hematomas.

Su diagnóstico se basa en una evaluación clínica y la exclusión de otras enfermedades similares.

El tratamiento incluye técnicas como el drenaje linfático, vendajes compresivos y tratamientos quirúrgicos específicos, como la operación de lipedema con liposucción wal (Water Assisted Liposuction) asistida por agua en casos severos.

¿Qué es el lipedema?

El lipedema es una enfermedad crónica del tejido graso que se caracteriza por la acumulación progresiva de células grasas en las piernas, brazos y caderas.

Afecta principalmente a mujeres, con una prevalencia que oscila entre el 4% y el 11% a nivel mundial.

Esta condición está relacionada con trastornos hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico, el hipotiroidismo y la diabetes tipo II, entre otros factores de riesgo.

La principal característica del lipedema es el aumento de volumen y la desproporción en las extremidades afectadas, generalmente las piernas. Además, se experimenta una sensación de pesadez y dolores continuos, así como inflamación y la aparición de la denominada ‘copa de Cuff’ o ‘signo del pijama’.

Otros síntomas incluyen un aumento de la sensibilidad al tacto y la presencia de hematomas o sangrado espontáneo.

Es importante destacar que el lipedema no responde a dietas ni ejercicio físico, por lo que adelgazar no reduce el volumen de las extremidades.

Para realizar un diagnóstico preciso, se lleva a cabo una evaluación clínica que implica la exclusión de otras enfermedades similares, como el linfedema o problemas del sistema venoso.

Los cirujanos plásticos son los especialistas más adecuados para tratar esta enfermedad en su forma más grave.

Síntomas del lipedema

El lipedema se caracteriza por diversos síntomas que afectan principalmente a las extremidades. Estos síntomas pueden incluir:

Aumento de volumen y desproporción en las extremidades

Una de las principales señales del lipedema es el aumento progresivo de volumen en las piernas, brazos y caderas. Esta acumulación de grasa no es simétrica y puede generar una apariencia desproporcionada en relación al resto del cuerpo.

Sensación de pesadez y dolores continuos

Las personas con lipedema suelen experimentar una sensación constante de pesadez en las áreas afectadas. Además, pueden experimentar dolores crónicos y sensibilidad al tacto, lo que puede dificultar las actividades diarias.

Inflamación y aparición de la copa de Cuff o signo del pijama

La inflamación es otro síntoma común del lipedema. En algunas personas, esto puede manifestarse como la aparición de la copa de Cuff o el ‘signo del pijama’, que se refiere a una hendidura clara en la piel cuando se presiona con fuerza.

Aumento de la sensibilidad al tacto y la aparición de hematomas o sangrado espontáneo

El lipedema puede causar una mayor sensibilidad al tacto en las áreas afectadas. Además, las personas con lipedema pueden experimentar la aparición de hematomas o sangrado espontáneo con facilidad, incluso ante golpes leves.

Es importante estar atentos a estos síntomas y buscar atención médica adecuada si se sospecha de la presencia de lipedema. Un diagnóstico temprano favorece un manejo efectivo de la enfermedad y una mejor calidad de vida.

Causas y factores de riesgo del lipedema

El lipedema tiene diversas causas y factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de esta enfermedad crónica del tejido graso.

Relación con trastornos hormonales, hipotiroidismo y síndrome de ovario poliquístico

  • Los trastornos hormonales, como desequilibrios en los niveles de estrógeno y progesterona, pueden influir en la aparición del lipedema.
  • El hipotiroidismo, una disminución de la actividad de la glándula tiroides, se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
  • El síndrome de ovario poliquístico, caracterizado por desequilibrios hormonales y quistes en los ovarios, también se ha relacionado con el lipedema.

Asociación con diabetes tipo II y otros factores de riesgo

  • La diabetes tipo II, una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo procesa el azúcar en sangre, puede aumentar la probabilidad de desarrollar lipedema.
  • Además de los trastornos hormonales y la diabetes tipo II, otros factores de riesgo incluyen la obesidad, antecedentes familiares de lipedema y cambios hormonales durante la pubertad, el embarazo y la menopausia.

¿Cómo saber si tengo lipedema?

Si sospechas que puedes tener lipedema, es importante someterte a una evaluación clínica para obtener un diagnóstico preciso. Esta evaluación ayudará a descartar otras enfermedades similares y confirmar la presencia de lipedema.

¿Cómo saber si tengo lipedema?

Esta es una pregunta que nos suele realizar mucho las pacientes, ya que nos enfrentamos a una enfermedad muy desconocida, a pesar de lo frecuente que la ciencia esta demostrando que es.

Características para identificar el lipedema

Las características más frecuentes en las que te puedes ver reflejada si lo tienes son estas:

  1. Presencia de acúmulos de grasa duros y dolorosos de predominio en las piernas y muslos, aunque también pueden aparecer en brazos.
  2. Característicamente la desproporción por estos depósitos, que hace que los muslos sean mucho más gordos que el cuerpo en general NO AFECTA a los pies, ni a las manos en caso de ser los brazos los afectados.
  3. El cuadro empieza en la adolescencia y da su máxima expresión en la cuarta década de la vida.
  4. La grasa típicamente es dolorosa a la palpación y este es un síntoma que se va acentuando a lo largo del día.
  5. La hinchazón empeora con el ostostatismo (estar de pie) y el verano es la peor estación.
  6. La hinchazón no desaparece con la pérdida de peso, esta característica es fundamental para diferenciarla de la obesidad.
  7. La hinchazón no desaparece cuando elevamos las piernas, lo que la puede diferenciar del edema fisiológico del ortostatismo o de la insuficiencia venosa.
  8. Hay presencia de telangiectasias, que son pequeñas manchitas rojas de origen capilar. La piel tiene una debilidad extrema que la hace ulcerarse con mayor facilidad de lo habitual.
  9. Cuando se hace un estudio histológico de los adipocitos de estos pacientes, presentan unas características especificas definitorias de la enfermedad.

Evaluación clínica y exclusión de otras enfermedades similares

El médico realizará un examen físico minucioso para evaluar los síntomas característicos del lipedema.

Esto incluye analizar el aumento de volumen y desproporción en las extremidades, la sensación de pesadez y los dolores continuos.

Además, se verificará la presencia de inflamación y la copa de Cuff o signo del pijama. También se tendrá en cuenta la sensibilidad al tacto, la aparición de hematomas o sangrado espontáneo.

Consulta con especialistas en lipedema

Una vez realizada la evaluación clínica, es recomendable buscar la opinión de especialistas en lipedema, como cirujanos plásticos especializados en esta enfermedad.

Estos profesionales podrán ofrecerte un diagnóstico más preciso y brindarte las opciones de tratamiento más adecuadas para tu caso.

Tratamientos para el lipedema

El lipedema es una enfermedad crónica del tejido graso que requiere tratamientos específicos para controlar sus síntomas y reducir la acumulación de grasa.

Tratamiento conservador: técnicas de drenaje linfático, vendajes compresivos y más

  • Técnicas de drenaje linfático: se utiliza para mejorar la circulación y reducir la hinchazón.
  • Vendajes compresivos: ayudan a disminuir la acumulación de líquido y a mejorar la circulación.
  • Terapia de presión: se puede realizar mediante prendas compresivas o dispositivos de presoterapia para reducir la inflamación.

Tratamientos efectivos: mesoterapia, carboxiterapia y crioterapia

  • Mesoterapia: consiste en la administración de medicamentos específicos inyectados en la zona afectada para reducir la grasa.
  • Carboxiterapia: utiliza inyecciones de dióxido de carbono para mejorar la circulación y reducir la grasa en las áreas afectadas.
  • Crioterapia: se basa en la aplicación de frío para disminuir la inflamación y mejorar los síntomas.

Cirugía en casos severos: liposucción asistida por agua (WAL)

En situaciones en las que el lipedema es severo, la liposucción asistida por agua (WAL) puede ser recomendada.

Este procedimiento quirúrgico, realizado por cirujanos expertos en lipedema, permite eliminar selectivamente el exceso de grasa acumulada en las zonas afectadas.

Importancia de buscar diagnóstico y tratamiento médico adecuados

Para aquellas personas que sospechan padecer lipedema, es fundamental buscar un diagnóstico y tratamiento médico adecuados.

La identificación temprana de esta enfermedad crónica del tejido graso permitirá controlar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo.

El diagnóstico del lipedema se basa en una evaluación clínica minuciosa, que incluye la exclusión de otras enfermedades similares, como el linfedema o problemas del sistema venoso.

Por ello, es crucial acudir a especialistas en lipedema, como cirujanos plásticos capacitados en el tratamiento de esta enfermedad.

Una vez diagnosticado, se podrá establecer un plan de tratamiento adecuado.

  • En casos leves a moderados, el tratamiento conservador se enfoca en técnicas como el drenaje linfático, vendajes compresivos, presoterapia y prendas compresivas.
  • En cambio, en casos severos, se puede recomendar la liposucción asistida por agua (WAL) realizada por expertos en lipedema.

No debemos subestimar la importancia de buscar atención médica especializada, ya que el lipedema no responde a las dietas ni al ejercicio físico.

Un enfoque integral, combinando el tratamiento conservador con la cirugía, puede ser la solución más eficaz para reducir la acumulación adiposa y mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad.

Prevención de complicaciones a largo plazo

La prevención de complicaciones a largo plazo es fundamental en el manejo del lipedema.

Seguimiento médico regular

Es importante realizar un seguimiento médico regular para monitorear la progresión del lipedema y prevenir posibles complicaciones.

Esto incluye visitas periódicas al especialista en lipedema, quien evaluará la evolución de la enfermedad y podrá ajustar el tratamiento según sea necesario.

Autocuidado y estilo de vida saludable

El autocuidado y la adopción de un estilo de vida saludable pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir complicaciones del lipedema. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Mantener una alimentación equilibrada, rica en nutrientes y baja en grasas saturadas.
  • Realizar actividad física regularmente para mejorar la circulación y fortalecer los músculos.
  • Evitar el sedentarismo y el hábito de estar mucho tiempo sentado o de pie.
  • Utilizar prendas de compresión adecuadas para mejorar la circulación sanguínea en las zonas afectadas.
  • Mantener un peso saludable, evitando el sobrepeso u obesidad.
  • Controlar los niveles de estrés y llevar una vida equilibrada emocionalmente.

 

 

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