La abdominoplastia es una intervención de cirugía plástica que consiste en reparar las estructuras abdominales, extirpando una porción de piel sobrante y reparando la musculatura abdominal desgarrada por embarazos o hernias.
Es una de las cirugías mas demandadas en nuestro entorno, por un segmento muy concreto de nuestros pacientes, tras embarazos o cirugías de perdidas masivas de peso.
Una hernia se produce cuando parte de un órgano, u otro tejido, sobresale a través de las paredes musculares abdominales.
Las hernias pueden ser congénitas o pueden ser causadas por una presión abdominal excesiva.
Las causas de la presión excesiva incluyen:
Alrededor del 10% de las hernias abdominales son hernias umbilicales.
Los síntomas más comunes de una hernia umbilical son:
● Protuberancia visible en el abdomen, especialmente al toser o hacer un esfuerzo.
● Dolor o presión en el sitio de la hernia.
Si bien la cirugía de reparación de hernias y la abdominoplastia son dos procedimientos distintos, se realizan en la misma zona del cuerpo.
Además, las causas que hacen necesarias ambas cirugías suelen ser similares o estar relacionadas.
Por ejemplo, las hernias umbilicales pueden ocurrir durante el embarazo.
Después de un embarazo, un cirujano plástico puede reparar la hernia y al mismo tiempo realizar una cirugía estética de abdomen, para reducir al mínimo la piel floja o caída y para tensar los músculos abdominales eliminado la diastasis.
Dado que tanto la abdominoplastia como la reparación de la hernia son cirugías importantes, tiene sentido combinar ambas, ya que hay muchos beneficios al combinar los dos procedimientos. Estarías consolidando el tiempo de hospitalización, el tiempo de recuperación y la fisioterapia.
En general, es bastante fácil reparar una hernia mientras se realiza la abdominoplastia. La zona queda expuesta y puede repararse fácilmente mientras se realiza la abdominoplastia.
Si está pensando en combinar la reparación de la hernia con una abdominoplastia, habla con el Dr. Moltó. Te informará si es una buena idea y te explicará en qué consiste el procedimiento.
En general son cirugías sencillas, muy protocolizadas en las que siempre actuamos igual.
1- Se realiza una liposucción circunferencial del tronco para eliminar toda la grasa en abdomen, flancos, espalda, costillas, etc.
2- Posteriormente, reparamos la musculatura valorando el uso opcional de “mallas” de refuerzo.
En general preferimos no usar estas mallas salvo que sea muy necesario, ya que las suturas suelen ser suficientes.
Además las mallas suelen comportarse como cuerpos extraños que, aunque baja, tienen una tasa de complicaciones en forma de pliegues que molestan al cambio de postura, y que en algunos casos mas raros, pueden presentar rechazo a cuerpo extraño o infecciones con extrusión de la misma.
3- TÉCNICA AWF: Esta técnica consiste en fijar la piel a la pared abdominal dando puntos internos anclados a la pared muscular.
Esta novedosa técnica que aplicamos en exclusividad, ayuda no sólo a fijar la pared abdominal e impedir que se formen espacios muertos, sino también a definir la pared abdominal; es la llamada abdominoplastia y marcación abdominal.
4- Por último, se extirpa la piel sobrante dejando una cicatriz que queda muy baja y puedes cubrirla con cualquier prenda de baño. Además también podemos utilizar algunos tratamientos para difuminar o eliminar la cicatriz.
Pero no siempre las cosas son tan sencillas, cada vez encontramos mas secuelas de cirugías previas, sobre todo abdominales y ginecológicas, en las que encontramos anomalías que exigen un esfuerzo y un conocimiento quirúrgico.
En este post quiero acentuar la necesidad de un estudio preoperatorio adecuado con valoración ecográfica del abdomen, que nos ponga de relieve la existencia de hernias que podrían complicar la cirugía y convertirla en algo potencialmente muy peligroso.
Actualmente asociamos la liposucción al acto de la abdominoplastia.
La mayoría de los cirujanos empleamos modificaciones de la famosa técnica de SALDANHA, en la que previo a la abdominoplastia realizamos un vaciado de grasa de la pared abdominal, esto permite que el “faldón” que nos queda se adapte mucho mejor y así podremos realizar un “estiramiento” mucho mas efectivo del mismo.
En dicho caso, las asas intestinales herniadas, al realizar la liposucción abdominal estarían expuestas a la perforación, lo que constituye una complicación potencialmente mortal.
Un buen ejemplo de ello seria esta paciente que, después de varios embarazos trascurridos dentro de la normalidad, decide realizarse una abdominoplastia para la resección del faldón abdominal.
Puedes ver las fotos del antes y después de la abdominoplastia con hernía de este caso.
Gracias al estudio ecográfico previo, conocíamos exactamente la ubicación de estas dos hernias que pudieron ser reducidas y fijadas con la ayuda de una malla intraperitoneal, asegurándonos la resolución completa del problema a largo plazo.
En este caso encontramos dos hernias gigantes, que tuvieron que ser reparadas mediante apertura de la cavidad abdominal y la colocación de una malla posterior.
En el primer punto vemos una hernia central y mas abajo encontramos una hernia gigante incarcerada que requirió reducción y cierre definitivo del saco herniario con malla de polipropileno.
Después de la reparación de la hernia y la abdominoplastia, te recomendamos que evites cualquier tipo de actividad extenuante, y que evites levantar cualquier cosa que pese más de 5 kilos.
Debes tener mucho cuidado de no perturbar o crear tensión en la incisión, ni causar ninguna presión en el abdomen.
La mayoría de los pacientes pueden regresar al trabajo y a sus actividades diarias dos semanas después de la cirugía, aunque depende de cada caso individual.
El Dr. Moltó podrá darte instrucciones específicas para seguir después del procedimiento.